Fotografía plata gelatina Trafalgar Square

Sergio Larraín

Sergio Larraín, nacido el 5 de noviembre de 1931 en Santiago, Chile, fue un fotógrafo excepcional cuya visión artística dejó una huella perdurable en el mundo de la fotografía. Conocido por su enfoque personal y su estilo distintivo, Larraín se consolidó como uno de los fotógrafos chilenos más reconocidos de su generación. Desde temprana edad, mostró un profundo interés por la fotografía y comenzó a experimentar con su cámara para capturar la vida cotidiana en las calles de Santiago. Su trabajo llamó la atención del fotógrafo estadounidense Edward Steichen, quien quedó impresionado por su talento y le animó a seguir su pasión.

En la década de 1960, Larraín se unió a la prestigiosa agencia Magnum, convirtiéndose en miembro asociado. Durante este período, produjo una serie de proyectos notables que le valieron reconocimiento internacional. Sus imágenes se caracterizaban por una sensibilidad poética y una visión introspectiva, capturando momentos fugaces con una profundidad emocional única. Larraín tenía la capacidad de encontrar belleza en lo mundano, y su obra reflejaba una fusión entre documentalismo y arte. Su estilo innovador destacaba por composiciones audaces, ángulos inusuales y un uso magistral de la luz y las sombras, lo que añadía una dimensión adicional a sus fotografías.

Uno de sus proyectos más célebres fue Valparaíso, en el cual exploró la vida en la ciudad portuaria chilena. A través de su lente, reveló la esencia y la energía de Valparaíso, capturando su arquitectura colorida, los personajes callejeros y la vida en los empinados barrios de la ciudad. Este trabajo le otorgó un amplio reconocimiento y consolidó su posición en el mundo de la fotografía.

Otro de sus proyectos destacados fue su serie London, donde experimentó con la soledad y la alienación en las calles de la capital británica. Sus imágenes reflejaban una perspectiva única y una sensibilidad hacia la condición humana, mostrando la belleza y la fragilidad de la vida urbana.

A pesar de su éxito, Larraín se alejó de la fotografía en la década de 1970 y se retiró de la escena pública. Buscó una vida más introspectiva y dedicó su tiempo a la meditación y la búsqueda espiritual. Su retiro sorprendió y desconcertó a muchos admiradores y colegas, ya que su talento y visión únicos dejaron una huella notable en el mundo de la fotografía.

Sergio Larraín falleció el 7 de febrero de 2012 en Ovalle, Chile, dejando un legado duradero en el campo de la fotografía. Su obra sigue siendo objeto de admiración y estudio, y su enfoque artístico continúa influyendo en generaciones de fotógrafos. A través de sus imágenes, Larraín nos invita a contemplar la belleza oculta en lo cotidiano y a reflexionar sobre la esencia misma de la vida.